viernes, 12 de abril de 2024

TRADUCCIÓN APÓCRIFA


Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Lo leí sin respirar apenas, me atrapó de principio a fin.  Tono  intenso, versos coloquiales, limpios, logrados. Imágenes desgarradoras. 

Cada poema, de los 12 que integran el  cuaderno, propone un diálogo  existencialista en torno a la memoria, la familia, lo doméstico, el individuo,  sus conflictos, sus elecciones. 

Uno siente, en algunos poemas, ciertos guiños autobiográficos, e intuye la sensibilidad que prefirió el verso como liberación, ascenso espiritual, crecimiento. 

Hay aquí una poeta que saluda a sus homólogos, sin el trauma de lo geográfico, o de ese sofisma de considerarla local por haber escrito desde un terruño alejado de las ciudades letradas. Aquí  está  una poeta de altura. 

Ojalá  y los que construyen etiquetas, no cometan el error de llamarla de Baire, o de Contramaestre, ojalá  y no, porque es una poeta cubana de los pies a la cabeza. 

Saludo este cuaderno de Mailin Valdes, recomiendo comprarlo, queridos amigos, no perderán su dinero,  es un regalo de infinita sensibilidad que estoy convencido no podrán olvidar.

jueves, 4 de abril de 2024

FIESTA DE LA LECTURA


Por Arnoldo Fernández V.  

A las cinco de la madrugada se levantó a orar, Dios la escuchó.   

Eliseo Diego era su elección, quizás tuvo que ver en ello su perro Rocky. 

Llegó la hora, pero la mañana se fue en otra cosa, otra que no tenía nada que ver con la tan soñada fiesta de la lectura, ese momento bello que había esperado durante tantos días y que sólo ocurre una vez en la vida de un niño. 

Entonces alguien le dijo al oído: 

̶ ¡Felicidades, niña hermosa! ¡Ya sabes leer!  

Era Dios.

miércoles, 3 de abril de 2024

GALLO


Por Arnoldo Fernández Verdecia.

Me dejó acariciarlo, fijó sus ojos en los míos, no dudó nunca de mis intenciones. Lo tomé en mis manos, amarré sus patas, y aún así, siguió confiado. Luego pedí al vecino consumara el sacrificio pues no tenía valor para hacerlo yo, y tampoco en ese instante se asustó.  Mientras el cuchillo ponía fin a su vida,  no dejó de mirarme.

martes, 2 de abril de 2024

¿SOCIALISMO TRAICIONADO?


Por Arnoldo Fernández V

Hoy es uno de esos días en que siento el país encima y no consigo quitármelo de arriba.  Mis animales en huelga, no quieren maíz, tampoco hierba fresca recién cortada. La tierra a gritos pide lluvia. Una oscuridad se acerca, tiene manos enormes y cara abultada. Viene a comernos la poquísima esperanza que nos queda. En el noticiero piden resiliencia, lo dice el Primer Ministro, pero los que deben oír están sordos y trotan de un lado a otro en caballos de gasolina. El país está a punto de morir,  o de sacudirse la  inercia que no deja vivir como Dios manda.  Aún hay tiempo, aún puede salvarse la paz. Ojalá y lo entiendan, ojalá y no esperen tanto para darse cuenta. Ojalá  y no sigan desconectados de los que no tienen que comer, de los que no tienen medicinas para curar sus dolencias, de la madre que llora donde nadie la ve porque sus hijos no tienen zapatos, ni mochilas para ir a la escuela y no puede comprarlos. Es hora de hablarle a la gente con el corazón, de ponerse en su lugar, de predicar con el ejemplo, de encender el sol de la virtud. Es hora de poner a un lado congresos, eventos, reuniones, foros, oficinas y decretar la resiliencia. Hay una nación que agoniza y es preciso entender su espíritu. Es ahora, no con discursos hechos, ni imágenes fabricadas en la televisión. Si en verdad aman a este pueblo como dicen, escuchen las verdades y levanten templos de virtud con ellas. Basta ya de consignas, de expresiones divorciadas de la realidad. Acabo de leer por segunda vez El socialismo traicionado de Roger Keeran y Thomas Kenny, y  lo que pasó allá es  un espejo de lo que ahora está en marcha entre nosotros y nadie quiere  verlo o sencillamente lo ven y prefieren ignorarlo. Desde arriba no conseguirán que nadie crea en ustedes. Abajo, con los de a pie, quizás puedan hacer algo todavía.  Dicen que cierto economista ruso los está alentando a hacer  todo esto, ojalá y sea mentira, ojalá.   Acaba el día y todavía no consigo quitarme sus puños de encima, una y otra vez me golpean. Tal vez mañana, será un mejor día. Tal vez.

domingo, 24 de marzo de 2024

CABLES DE ALTA TENSIÓN


Por  Arnoldo Fernández Verdecia.  

De un tirón leí el libro. Tono intenso, versos limpios, coloquiales, logrados. 

Del primer poema hasta el último, agarra, seduce, embriaga. Es un viaje apasionante que no deseas termine. 

Díficil reunir, en un cuaderno como este, 60 poemas y que la mayoría sean buenos. 

Para mí, la relación hombre máquina aparece desarrollada aquí como una gran metáfora del poder y la condición enagenante que produce en el hombre. 

También puede leerse como propuesta orwelleana, actualizada según los tiempos, donde la maquinaria es el ojo que ve  todo y reduce a nada a los que se atreven a desafiarla. 

Sinceramente estoy ante un poeta mayor, uno que ya no necesita el diminutivo para ser reconocido entre sus contemporáneos. 

A partir de Cables de alta tensión, asoma un bardo totalmente hecho,  que puede pasear la isla y no sentir la etiqueta que limita, la geografía que aplasta. 

Onel Pérez Izaguirre entra con este libro al Olimpo de la poesía cubana. Le  será muy difícil superar una obra como esta, pero ahí tiene el reto, en su próxima entrega tendrá que versificar con muchísima destreza  para no ser expulsado de la altura donde ahora se encuentra risueño,  sin creerlo todavía, como niño asustado que balbucea cuatro palabras cuando habla, pero al escribir poemas es un tigre en plena caza. 

A mis amigos aquí, los invito a comprar Cables de alta tensión, no perderán  su dinero, no tendrán que darle otro uso que no sea el de la lectura y la relación subyugante que demandará  cada poema en ustedes. 


sábado, 23 de marzo de 2024

NO SÓLO RECOGE LATAS


Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Siempre lo veía pasar durante el mediodía o cerca de la noche , creía que recogía latas de cerveza para venderlas en materia prima y tener un dinerito. Hoy decidí seguirlo por curiosidad, entonces ocurrió  lo que nunca imaginé posible: sentado en medio de un basurero, comía los desechos que recogía. Me saltó el corazón en el pecho, corrí a casa, preparé un jugo de mango, lo envasé en una botella plástica, tomé un pan, regué un poco de aceite, unos granos de sal y volví. Él seguía allí, descansando, con los ojos y la mente ida. Le hice una señal y entendió, puse en sus manos mi modesta ayuda.   Comió con infinita avidez. Me dio las gracias. Lo ayudé a ponerse de pie. Aquellos ojos sorprendidos escudriñaron todo mi ser, luego echó a caminar, despacio, muy despacio, apoyándose en el bastón. Seguí su cuerpo hasta que se perdió en las calles del pueblo. Si lo ves cerca de tu casa,  no dudes en ayudarlo,  nadie sabe lo que nos espera mañana. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

AGONÍA DEL CUBANO


Por Arnoldo Fernández
V

Abanico el sombrero, una y otra vez lo hago, consigo poquísimo aire. El cuerpo suda, suda copiosamente. Abanico más fuerte el sombrero. Ladran perros en las casas vecinas. Me asomo a la ventana y extrañas luces parpadean a lo lejos, parece algún tipo de aviso. Vuelvo a la cama. Abanico el sombrero, no consigo traer a mi cuerpo inundado de sal un poco de aire. Me separa el mosquitero de una jauría de mosquitos. Abanico el sombrero, lo abanico muy fuerte. Cierro los ojos. Pido a Dios un deseo. Abanico aún más fuerte el sombrero, pero no logro aire alguno. Estamos muriendo en vida coj.... ¿Hasta cuándo  el infierno? Abanico el sombrero. Escucho el llanto de unos niños, las voces de una madre. Abanico el sombrero, una y otra vez lo abanico.

"Está vacío

mi pecho, destrozado está y vacío

en donde estaba el corazón..."

martes, 12 de marzo de 2024

OSCURIDAD


Por Arnoldo Fernández Verdecia
 


Rueda 

sobre

un vacío infinito

Cae 

lo cubre el lodo

se levanta

Cae 

logra erguirse

de nuevo

Cae

otra vez de pie 

Cae

los sostienen los puños

la fe

Cae

Dios lo levanta

Cae

su alma tira de él

pero luego cae

fulminado 

por la oscuridad. 


*Obra de Julio Lorente (Tomada de su perfil en Facebook)

viernes, 8 de marzo de 2024

OPINAR EN REDES SOCIALES ES TIEMPO PERDIDO


Por  Arnoldo Fernández Verdecia. 

Donde vivo, Contramaestre en el oriente de Cuba, no es posible el ejercicio de la crítica sana en las redes sociales, si alguien se arriesga a hacerla, es difamado hasta el cansancio, incluso nadie lo quiere en ninguno de sus foros.  

No vale la pena ejercer ningún tipo de crítica, si los interlocutores aludidos no dialogan y optan por la calumnia y la descalificación personal del sujeto que los interpele. 

En medio de ese cerco no es posible ninguna crítica, porque cae sobre el individuo un bullying político que destroza  su moral ciudadana. 

Opinar en redes es arar en el mar, porque los que son blanco de la misma, acuden al síndrome de plaza sitiada y obligan a la persona a declararse a favor o en contra de ellos, si trabaja en alguna institución del Estado, lo convierten en diana de amonestaciones disciplinarias y pueden cesantearlo de su vínculo laboral. 

Amigos, amigas, hubo un tiempo, dieciocho años,  donde creí posible una comunicación horizontal en las redes sociales, llegué a imaginarla, incluso preví modelos para conseguirla, pero desgraciadamente en municipios y provincias de este país no se cuenta con un capital político suficiente para lograrlo.  

La comunicación en redes sociales se gestiona desde el poder como finalidad política,  y no como escenario de construcción de consensos y aspiraciones comunes. 

Es imposible imaginar un grupo social, interpelando en las redes sociales  al gobierno local por sus errores, mucho menos al provincial y al de la nación; es imposible imaginar una sociedad red donde las personas sean sujetos activos de la información. 

En lo personal, por mis publicaciones en las redes sociales, he sido víctima de bullying laboral, he sido considerado contrarrevolucionario, mi casa ha sido atacada en la noche por encapuchados, he sido eliminado de organizaciones sociales a las que pertenecía sin ninguna razón. La difamación sobre mí aún dura,  no  basta aún una vida de amor a Cuba, a su gente; no basta aún la decencia con la que me expreso cuando ejerzo la crítica, no es  suficiente aún  la dignidad  con la que afronto mi quehacer cotidiano... 

Dicho todo esto, no me queda otra opción que reconocer que existe un hampa en las redes sociales, capaz de cualquier acción  para silenciarte o dejarte sin credibilidad donde vives y te relacionas. 

La vida es una sóla, es preciso vivirla con amor y propósito. Opinar en las redes sociales ya no es para mí una necesidad, ya no me interesa provocar diálogo alguno con aquellos que nunca aceptaron una opinión contraria a la suya.

sábado, 24 de febrero de 2024

EL MAESTRO


Por Arnoldo Fernández Verdecia

Las casas cierran al verlo llegar. Los oídos no escuchan sus palabras. Parece un filósofo griego: barba cuidada, cabello largo, rostro enjuto, mirada profunda. Pide azúcar, azúcar: -Diluida en agua alivia mi hambre. 

Nunca cierro la puerta. Nunca me escondo. Cuando tengo, la pongo en sus manos sin hacerlo sentir un mendigo que sólo pide azúcar. 

A veces conversamos, tiene ideas muy elaboradas sobre el bien y el mal. Me dice que fue maestro primario hace muchísimos años, hasta que enfermó de los nervios. Quise saber su edad y dijo que no sabía. 

Muchas veces quise retratarlo, pero decía que sería posible cuando volviera al aula: “ahora no vale la pena, estoy muy destruido."

Finalmente logré convencerlo para esta foto, posó para ella, volvió a ser el maestro de mirada profunda, amante de la sabiduría como filósofo griego de la antigüedad. Cuando quise retratarme con él, para tener un recuerdo suyo, dijo:

-Si un día vuelvo al aula, nos haremos esa foto.



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